LA CATEDRAL DE SANTA MARIA DE LA HUERTA
Hoy toca hablar de la catedral de mi ciudad, algo de lo que estamos muy orgullosos los turiasonenses.
Se cerró al público en 1984, debido a graves problemas estructurales por la tensión que sufrían los cuatro pilares que sostenían el gran peso del edificio (hecho de piedra caliza blanca con un bajo valor estructural), por lo cual yo nunca la vi abierta hasta que se volvió a inauguarar el 16 de abril de 2011. Estuvo cerrada casi 30 años en los cuales se fue rehabilitando tanto su estructura (que llego a estar suspendida en el aire), como su patrimonio artístico de la mano de varios arquitectos y, gracias a la ayuda económica de la diputación de Aragón, del ayuntamiento, del Obispado, el ministerio de educación y ciencia, …
El edificio es la unión de varios estilos, mudéjar, renacentista y barroco debido a su construcción a lo largo del tiempo.
Tiene tres naves, un crucero y una cabecera semicircular con una girola en la que se abren seis capillas. Hay otras 10 capillas en las naves laterales algunas cerradas al público en espera de ser restauradas. El pórtico se encuentra en el brazo norte porque esta frente a la ciudad. Cuenta con una torre con mezcla de estilo gótico y mudéjar, un cimborrio, de estilo mudéjar muy claro, un claustro de estilo mudéjar con unas celosías de yeso que tamizan la luz, un retablo principal dedicado a Santa María de la Huerta y un coro situado en la nave central.
Toda ella llama la atención porque es preciosa, pero a mí lo que más me sorprendió cuando la vi fueron las pinturas que se descubrieron al restaurarla en la cúpula del cimborrio. Están inspiradas en la Capilla Sixtina del Vaticano, realizadas en grisalla sobre mosaico de oro, entre 1562 y 1563 por el artista Alonso González, son imágenes algunas desnudas, algo excepcional en España y Europa dentro de un templo religioso.
Podría estar hablando de la catedral horas y horas por que el tema da para mucho, pero creo que se merece una visita, no defrauda.
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